Mysterious Colection. Volumen Uno

Mysterious Collection

II: the Treasure.

Le gustaba la música... por eso al pasar dejo caer algunas monedas al estuche del saxo. Era invisible para todo el mundo y ella lo sabía... Sabía que a nadie le importaba lo que hiciese una joven de aspecto tan inocente como ella. Entro a una tienda cualquiera... se dirigio a un lugar fuera de vigilancia y lentamente comenzo a tantear bajo unas carpetas con el sello: Dalí. No lo encontraba por ninguna parte, y eso era mala señal... pero... ¿Que era eso que llacía en unos estantes mas alla? Un libro sin etiquetas, sin un patron específico... pero no... no podía ser Tan Facíl... Era mejor salir de la duda, asique se encamino a tomarlo.

Nada. Una libreta cualquiera... de papel de diario eso si... una linda confeccion y, pero...

-Oh Dios mio...- No pudo reprimirlo... Las paginas contenian... ¿Podría ser tan facíl?

Se encamino a la salida con paso raudo y decidido pero se paro en seco al ver al guardia de seguridad... ¿La reconoceria acaso? ¿Sabria de alguna forma de que ella era responsable de...? Mejor ni pensarlo... Solo habia una forma de saberlo y era arriesgarse a que la llevaran detenida...

Paso por la estrecha puerta, mirando hacia el frente con la barbilla apuntando hacia el cielo en signo de arrogancia para no levantar sospechas cuando...

- ¡Eh! ¡Jovencita! -. La sangre de sus venas se helo al escuchar la voz del uniformado. - ¿Puedo ver su bolso? -. La Astucia no la dejaría nunca...

- No, ¿porque usted habría de hacer algo así?

- Porque usted no lleva ninguna bolsa...

- Bueno... Puedo yo haber entrado a mirar. ¿Acaso hoy es un crimen -reprimio una sonrisa al decir esa palabra- salir de las tiendas sin bolsas de compra? ¿Acaso estamos obligados los ciudadanos de hoy en dia a comprar cosas de un diseño horrible?

Estaba armando tanto alboroto que todos se volteaban a ver que sucedía...

- Deme la bolsa, o tendré que llamar a seguridad.

- Usted es seguridad gordito...

- ¡Se me ha acabado la paciencia! -el guardia le arrebato la bolsa rosa a Abigail- Mmm... ¿Que es esto? Me parece que es de aqui señorita... Asique intentando robar, ¿eh? Creo que tendre que llevarla detenida.

- ¿Eso cree? Bueno... lamento informarle que no lo hará.

Abigail tomo su bolsa de las manos del guardia a lo que pateaba su canilla con la mayor fuerza posible... Corrio lo mas rapido que pudo hasta llegar a los elevadores... atras venian los guardias que habian visto la escena por las camaras de seguridad y al ver que la chica se escabullia por el ascensor dieron paso al fuego...

Abigail tan solo alcanzo a apretar el -1 cuando una bala entro a toda velocidad mientras la puerta se cerraba... La hirio en un costado del hombro, pero eso ya no importaba, ya que habia conseguido lo que mas quería...

Se bajó en el subterraneo y alcanzo a ver por el rabillo del ojo a los hombres vestidos de azul que bajaban por las escaleras de evacuacion... Corrio. Lo que menos habia querido era provocar una persecucion ya que podria manchar de negro todos sus planes... Su bolso la estorvaba asique solo saco de el la libreta, el telefono celular, la chequera y las llaves de su auto. Pero esperen... ¿donde mierda estaba su auto?

No lo encontraba por ninguna parte... estaba desesperada... intento salir pero venian mas guardias desde todas las entradas. Intento conservar la cabeza fria mientras pensaba en alguna solucion... Tenia que haber una.

Se presento en seguida ya que vislumbro un Land Rover negro... Se encaramo arriba y se colgo de las vigas del techo del estacionamiento mientras ascendia tratando de esquivar todas las balas que salian de las pistolas de los policias.

El sudor perlaba su frente y manos... al estar ya arriba, abrio uno de los ductos de aire que habian en el subsuelo de el Parque Arauco... Se arrastro intentando ser mas liviana de lo que ya era para no caer... Sentia las balas abajo de ella chocando con el endeble aluminio... "¿Donde voy a salir ahora? Me estaran esperando en la puerta, penso."

Y se devolvio por el mismo camino por el que habia entrado...

No habia nadie... "Que ilusos", penso mientras se abria paso entre los autos... Corrio por las estrechas calles hasta llegar a cerro colorado y... Nada... No pasaban micros ni nada... Su unica esperanza era ese auto que se veia a la lejania...

Pero esperen... ¿No era ese el Land Rover rojo por el que habia subido para llegar a las vigas?... Se detuvo antes de que ella lo paraba, y de ahi salio un chico que aparentaba unos veintidos años de edad.

- Te vi escapando de la policia. Que robaste, ¿a ver?

- No te incumbe, asique aparta las manos de mis bolsillos.

- Quiero que estes conciente de que puedo hacer que te arresten... Asique muestrame lo que sacaste de ahi.

Abigail no entendía nada... ¿porque todo el mundo tan interesado en lo que ella sabia?

- No lo robe...bueno, si lo robe pero no era de la tienda... Alguien lo habia dejado ahi con algo escrito. Algo que realmente no te interesa porque...

- Eres una buscadora de tesoros, ¿no? Bueno... yo te podria ayudar a conseguir informacion que nadie mas sabe... Solo, muestrame esa agenda o cuaderno o lo que sea que llevas ahi.

- Eres bueno...

- Si... soy el mejor.

- Como descubriste que...

- Tus ojos... siempre buscando un lugar. Siempre pensando en el futuro... Metida en lios... Si... Tambien se lo que le hizistes a los codigos de La Moneda... los cambiastes ¿no?

- Definitivamente eres bueno... Supongo que sabes esto porque... -miro al joven directo a los ojos.

- Digamos que soy una especie de "admirador" tuyo. Has logrado lo que nadie ha hecho en toda la historia del país... Deberías de estar orgullosa. Si logras lo que te estas proponiendo podrias cambiar todo lo que los Chilenos conocemos como historia... Podrías conseguir la fama, y tu rostro saldra en las monedas y billetes. Podrías ser una gran descubridora... creeme.

- No solo se trata de un tesoro cualquiera. Es una puerta a otros mundos, ¿sabías? -Abigail seguia contemplando sus apasibles y orgullosos ojos grices.

- Interesante. Entonces, necesitaras mi ayuda... Mi nombre es Robert. Robert Ford... Ahora sube al auto, Abigail Belaqua.

- Ahora veo lo de el cabello rubio... aqui en Chile es raro ver a alguien con nuestros rasgos y apellidos ¿sabi...

- Nací en Chile.

- Oh.

Así fueron por Vespucio conversando y haciendo futuros planes. Al llegar a Del Inca, tomaron el atajo por la plaza y avanzaron por Felix de Amesti hasta llegar a Neveria... En neveria entraron a San Pascual y llegaron a una casona de estilo antiguo...

- Mi casa.

- Oh. Es linda...

- Si, claro... -Robert puso los ojos en Blanco y entro por unas macisas puertas de roble...



CONTINUARA...